- Quisiera no sentir. Nada. Nada de nada. No sentir el frío, ni el calor. Quisiera que mis sentidos se atrofien. Que se acabe el gusto, que el olfato se anule, que el tacto ya no sea tal. Que al ver, yo vea el vacío, el infinito inexpresivo, y que sólo pueda escuchar el silencio pacífico y desolador. Ahora deseo no amar. No odiar. No sentir ninguna emoción. Esto solucionaría gran parte de mis problemas. ¿No sería genial?- Mmm... pero eso es lo mismo que estar muerta.
- ¡Exacto!
Por Laura Brizuela
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