Hay varias leyes de la vida que son fijas. Pasan. Pasan siempre. Y estoy segura de que más de un lector coincidirá conmigo en estos puntos:Cuando una tiene novio, SIEMPRE aparecen todos los “admiradores”. Entre esas comillas se juntan los ex despechados que no nos supieron cuidar, aquellos que nunca se animaron a declararse y ahora pretenden ablandarnos el corazón, también abundan esos que sólo con el hecho de saber de que estamos ocupadas, se sienten estimulados a la ardua conquista.
No faltan los rompe nidos. Si una llega a sucumbir ante la tentación y despacha al novio para quedarse con este nuevo especimen, él nos da el flete sin ningún miramiento. Chau chau adios.
Es fija que cuando una está felizmente enamorada, encantada de la vida, sumamente alegre y bailoteando de amor, ese chico que toda la vida nos gustó, con el que soñamos años, ese amor imposible, ese hombre perfecto... (tan distinto al propio novio) de repente se vuelve loco por una, descubre que él también había estado enamorado todo el tiempo y nos complica la vida fenomenalmente.
Sin embargo, hay que tener cuidado. Por que también es ley que cuando una mujer deja de tener novio, se queda sin pretendientes al instante. Como si percibieran el olor de la soledad y salieran corriendo sin dejar rastro. Entonces la chica en cuestión, atraviesa una de esas sequías que quema el alma e impacienta el corazón. Para salir del círculo, hay que recurrir a la habilidad de la exageración y dejarles bien en claro que miles de hombres exitosos están muertos de amor por una. Se puede usar la típica frase: “ Sola estoy mejor” o “Estoy bien así”, pero un poco, un par de veces nada más.
Otra ley es que cuando una “busca novio” no aparece ningún candidato. A no ser claro, que una se haga un blog como el de Lorena. En la vida real, cuanto más uno busca menos encuentra. Como pasa con las tijeras de la casa, igualito.
Son leyes, aunque no nos gusten, así son. Y pasan gente. Pasan siempre.
Por Laura Brizuela
No faltan los rompe nidos. Si una llega a sucumbir ante la tentación y despacha al novio para quedarse con este nuevo especimen, él nos da el flete sin ningún miramiento. Chau chau adios.
Es fija que cuando una está felizmente enamorada, encantada de la vida, sumamente alegre y bailoteando de amor, ese chico que toda la vida nos gustó, con el que soñamos años, ese amor imposible, ese hombre perfecto... (tan distinto al propio novio) de repente se vuelve loco por una, descubre que él también había estado enamorado todo el tiempo y nos complica la vida fenomenalmente.
Sin embargo, hay que tener cuidado. Por que también es ley que cuando una mujer deja de tener novio, se queda sin pretendientes al instante. Como si percibieran el olor de la soledad y salieran corriendo sin dejar rastro. Entonces la chica en cuestión, atraviesa una de esas sequías que quema el alma e impacienta el corazón. Para salir del círculo, hay que recurrir a la habilidad de la exageración y dejarles bien en claro que miles de hombres exitosos están muertos de amor por una. Se puede usar la típica frase: “ Sola estoy mejor” o “Estoy bien así”, pero un poco, un par de veces nada más.
Otra ley es que cuando una “busca novio” no aparece ningún candidato. A no ser claro, que una se haga un blog como el de Lorena. En la vida real, cuanto más uno busca menos encuentra. Como pasa con las tijeras de la casa, igualito.
Son leyes, aunque no nos gusten, así son. Y pasan gente. Pasan siempre.
Por Laura Brizuela
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