
En pocos meses Julián se enamoró de Julia. Esa pasión creció de una forma tan repentina que temió volverse loco. Fantaseaba, soñaba con ella y la extrañaba siempre. Los fines de semana, que era cuando no la veía, sufría. Temía que conociera a otro, que se fijara en alguien y no en él. Hasta que por fin, juntó coraje y una tarde le dijo todo lo que sentía. Fiel a su verdad, se abrió por completo.
Julia no supo qué responder. Se lo imaginaba pero no lo correspondía. No quiso herirlo, por eso le dijo la verdad: “te quiero como amigo”.
Julián se deprimió pero la entendió. Le dolió el alejamiento de Julia, pero nuevamente entendió.
Julia se sentía mal por Julián. Muchas veces pensó en fingir un amor similar, pero pronto descartaba la idea. No sería justo. La única salida que vislumbró fue la distancia.
Entonces, Julián conoció a Juliana y se casó con ella rápidamente. Julia se deprimió, pero lo entendió.
Pocos meses después Julio se enamoró de Julia. Julián sabia de esto.
Esta vez, el amor fue creciendo de a poco. Julio estaba encantado y Julia embelezada. Los dos se amaban sin confesarlo. Se deseaban sin jamás dar señal de ello. Ni Julio sabía del amor de Julia, ni ella del amor de él. La sola idea de expresar alguna cosa, les aterraba. Sólo faltaban palabras. Esas que le habían sobrado a Julián.
Por Laura Brizuela.
Julia no supo qué responder. Se lo imaginaba pero no lo correspondía. No quiso herirlo, por eso le dijo la verdad: “te quiero como amigo”.
Julián se deprimió pero la entendió. Le dolió el alejamiento de Julia, pero nuevamente entendió.
Julia se sentía mal por Julián. Muchas veces pensó en fingir un amor similar, pero pronto descartaba la idea. No sería justo. La única salida que vislumbró fue la distancia.
Entonces, Julián conoció a Juliana y se casó con ella rápidamente. Julia se deprimió, pero lo entendió.
Pocos meses después Julio se enamoró de Julia. Julián sabia de esto.
Esta vez, el amor fue creciendo de a poco. Julio estaba encantado y Julia embelezada. Los dos se amaban sin confesarlo. Se deseaban sin jamás dar señal de ello. Ni Julio sabía del amor de Julia, ni ella del amor de él. La sola idea de expresar alguna cosa, les aterraba. Sólo faltaban palabras. Esas que le habían sobrado a Julián.
Por Laura Brizuela.
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