lunes, 16 de marzo de 2009

El agua me llega hasta el cuello. Todavía puedo respirar, no sé cuánto más. Miro mi cuerpo flotante, inútil, frágil. Siento cómo estoy liviana y las ganas de hundirme van creciendo para así dejar paso a que el mundo de mis ideas también pueda probar.
Mis pies dibujan soles y el blanco muerto de mi piel se hace más notorio que en la superficie. Mis dedos comienzan a arrugarse y yo continúo filmando una película en mi cabeza o quizás sacando fotografías de este momento eterno para mandártelas una por una, con palabras que te describan, que lo hagan a mí.
De fondo suena un tango con un sabor amargo, como todos. Las notas visitan mi cuerpo, que ya está temblando por el influjo de ti, de mi droga, de ese aroma, de ese sabor que no quiere alejarse. Trenzas que me ataron en el yugo de tu amor. Tal vez mi corazón tenía que probarte. Y estoy llorando así, cansado de llorar.
Después te disparo en las sienes y tu sangre va manchando toda el agua que me envuelve. Me asusto. Te miro. No me puedo levantar. Quiero creer que como en aquel cuadro de tu sala, el rojo profundo es sólo pintura.
Sigo temblando. Mi cuerpo no responde. Caigo entre tus brazos. Con lamentos voy saliendo de esa piscina llena de sangre. Camino despacio y siento como los pies se me lastiman por las piedras. Llego a la cocina, quiero un té. Comienzo a hablar con una sombra, y cuando ideas filosóficas se me cruzan entre los ojos, siento un mareo extraño. Doy vueltas en el lugar. Él me da vueltas. Mis manos ya menos arrugadas se ven extrañas, largas, huesudas. Freno ante un mesón que llama a quedarse apoyado ahí por siempre. Me deslizo hasta caer al piso y tú me miras desde la distancia.
Una voz susurra en mi oído palabras dulces, mientras repite una y otra vez mi nombre. Abro los ojos. El beso de Klimt me desangra a mí. Te miro, te siento. Me siento. Me desvanezco. Me opaco.
Te pregunto if I fell in love with you, would you promise to be true. Te insisto if I give my heart to you, I must be sure, from the very start, that you would love me more than her. Me respondo, mirando al cielo tan celeste, tan distante… a esa puta no la dejarás jamás.


Por Manuela Carcelén Espinosa

4 comentarios:

La Flor del Mal dijo...

que bien escrito. imagenes y sensaciones...

Manu dijo...

Gracias Flor del Mal... Es una descarga de sensaciones que pretende contar un fragmento cierto y falso!

Anónimo dijo...

yo pagaria una buena plata por eso si estubiera publicado en un libro... jeje

uno no pasa por tus palabras sin q sienta algo.. a veces digo "esse texto me tocou" por algo q he leído;
pero.. lo tuyo realmiente me toca. =)

un beso

Manu dijo...

Marquinho... gracias por tus comentarios siempre tan alentadores! Quizás algún día se pueda cumplir eso. Espero que mis palabras te sigan tocando.

Un beso