lunes, 15 de marzo de 2010

Me quitó el aire



Despierto entre el humo y su sudor. No recuerdo quién es, quién soy. El día y la noche caen igual. Su cobija me abriga. Sus costumbres me enferman. Una virgen nos mira. De los rincones salen murmullos de viejas mal amadas. Cuando nos rodea el desenfreno y estamos algo desnudos, un poco locos, me ciega el sol. La pierdo, la odio.

Por Manuela Carcelén Espinosa

2 comentarios:

Marcus Losanoff dijo...

que linda es Quito por ese angulo..

y q lindas son tus palabras desde cualquier angulo.

Manu dijo...

Muchas gracias!!! aunque a veces no son en realidad...