http://www.flickr.com/photos/oidodesnudo/4364148316/
Cansada, exageradamente. Oscura. Un exorcismo de por medio. Me atan de pies y manos. Los ojos se quedan en blanco. Bramidos salen de mi tórax. La boca comienza a expulsar salivación con textura de animal envenenado. Las palabras no son claras, las ideas tampoco. El vientre se levanta, tieso, y hace que mi espalda se arquee, que quiera romperse, explotar. Cae. Me retuerzo cual babosa recién roseada de sal. La bestia pierde fuerzas. También yo. Como un feto, me embrollo entre placenta y un cordón umbilical. Un exorcismo de por medio. No puedo vomitar.
Por Manuela Carcelén Espinosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario