"Yo no soy un inválido, simplemente no tengo piernas"
Así dice Oscar Pistorius cuando le preguntan al respecto de su característica más sobresaliente: no tiene piernas y sin embargo es un corredor excepcional. Conocido también como el hombre biónico.
Es sudafricano y tiene 20 años. Cuando era bebé sufrió la amputación de sus dos piernas debido a una malformación degenerativa en sus extremidades. Desde chico le interesaron los deportes y practicó un buen puñado de ellos. Primerorugby y waterpolo, más tarde natación, por último – de momento – el atletismo.
Como era de esperar muchos ojos ya están sobre él. Sus "compañeros de trabajo" lo admiran y en su país lo ven como a un verdadero héroe.
Pese a esto, mantiene una batalla con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) para poder competir con los atletas válidos. Ya le prohibieron competir en los Juegos Mundiales de este año en Osaka, y aunque Oscar apelará la decisión del tribunal, ya renunció a participar en los de Pekín.
La IAAF se basó en el informe elaborado por el profesor alemán Gert-Peter Brüggemann quien consideró que las prótesis le daban ventaja a Pistorius porque le devuelven el 90 por ciento de la energía producida cada vez que golpean en el suelo para propulsarlo hacia adelante, cuando un atleta sin prótesis sólo recibe un 60 por ciento. Además, la energía no disminuye en la carrera en el caso de Pistorius, mientras que en el de los atletas que no utilizan las prótesis aparece la fatiga. Es por eso por lo que Pistorius corrió más rápido los segundos 200 metros que los primeros (22.4 por 22.3) en los 400 metros de Sheffield el pasado verano cuando el resto de los atletas hacen unos dos segundos más en la segunda parte.
Las prótesis que han dado fama a Pistorius son conocidas como cheetahs y las fabrica una firma especial en Islandia. Cada par cuesta más de 20.000 euros.
Dicen que Tom Hanks trabaja ya en un guión sobre su historia, termine o no sobre el tartán olímpico. La madre de hombre biónico murió inesperadamente hace cuatro años. No pudo disfrutar del éxito de su hijo. Sin embargo, cuando él tenía apenas un año le escribió una carta para cuando fuera mayor que decía: "Un perdedor no es quien llega el último sino aquél que se sienta y mira y nunca ha intentado correr".
1 comentario:
Creo que detras de cada gran hombre hay una gran mujer y la madre del atleta se ve fue una gran influencia en su carrera. Muy buen articulo.
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