miércoles, 25 de junio de 2008

Estrellas estrelladas


El sueño fue tan raro que merece ser contado, a sabiendas de que mientras soñaba me moría de la rabia y cuando desperté me moría de la risa.
Resulta que yo estaba en un estudio de grabación. No se que posición ocupaba dentro del staff, pero evidentemente era algo así como productora jefe o directora, y estábamos probando nuevos actores.
Allí hacen pasar al hombre invisible para que haga el rol protagónico. Y claro... dado a su más sobresaliente característica, las cámaras no lo captaban.
- ¿Pero cómo van a llamar al hombre invisible para esto? ¡Qué manga de pelotudos que son por Dios! - gritaba yo.
- Es que es re famoso – me decía cabizbajo, un infeliz por ahí – Es una estrella...
- Si, INVISIBLE!!
- La segunda opción es la Tota Santillán.
- OK. Tráemelo al gordo, entonces.

Y yo tiraba unos papeles y me iba enculadísima a fumar un pucho.


Por Laura Brizuela

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Que sueño bizarro por dios... me parece haberte escuchado comentarle que escribias sobre la Tota Santillan en tu trabajo, y que en cierto momento leias minutouno.com

Sera por eso? :)

Anónimo dijo...

NO se... pero he llegado a la conclusión que laburar en espectáculo mucho tiempo, es perjudicial para la salud!
Deberían avisarnos, como en los paquetes de cigarrillos.
Beso!