domingo, 8 de junio de 2008

La despedida

Joaquina pensaba que esta vez era la definitiva. Había recorrido muchos cuerpos y algunos corazones y estaba convencida de que lo había encontrado.
Pedro la quería tanto como Joaquina a él, pero las palabras que en algún momento le dedicó hoy quedan grandes. No es que haya mentido, se repetía a sí mismo, sólo no se dio. No sabía bien porque quiso que todo se terminara.
“No se dio”, piensa Joaquina. Aunque ella insista en afirmar que las cosas no se dan solas, si uno no hace que se den, claro que no se dan.
- El problema es que no quisimos que sea.
- Ahí está el punto. ¿Por qué no quisimos?
- Yo quería ¿y vos?
- Si y no. Mucho lío. Hubieran sido muchos cambios. Ya no quiero cambios.
- Y yo no hago otra cosa que desearlos.
- Entonces, ¿vos crees que ese es el motivo?
- El más relevante, si.
- ¿Y que vamos a hacer?
- Nos vamos a extrañar un tiempo y después amaremos a otros.

Por Laura Brizuela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que dificil es extrañar a veces, pero es una etapa inexorable...

Anónimo dijo...

La realidad del ser humano. Nada es para siempre.