Cosas que me hacen feliz

Hay mucha gente monotemática. Estoy segura de que todos conocemos a algún exponente de esta especie. La cuestión se me hace insoportable, cuando el tema está siempre relacionado a la mala onda.
En mi caso, conozco a un ser - del que juro me reservaré la identidad - que cada vez que abre la boca tiene que ser para quejarse de lo mal que anda el país, de lo pésimo que es su laburo, de lo caótico que es el tránsito, de lo enfermante que es Buenos Aires, de lo estúpida que es la gente y así.
En pocas palabras: un “mala onda”. Todos sus comentarios tienen que ver con este flagelo.
Aunque una intente hacerle ver que su propia vida no es toda la mierda que él piensa, no hay como sacarle la idea. Siempre tiene una contestación perfecta para el caso: “vos lo decís porque sos joven”, es una de sus preferidas.
Lejos está de mi, seguir hablando de este ser. Pero como a él todo lo irrita, lo altera y lo entristece, hice una lista rápida y sin pensarla demasiado de las cosas que me causan una alegría inmensa. Como para contrarestar tanta energía negativa.

He aquí, las cosas que me hacen feliz:

• Que el ascensor esté en el piso en que el estoy
• Que un día lluvioso se convierta, de repente y sin aviso, en un día espectacularmente soleado
• Que mi computadora no tenga virus
• Que me sobren las monedas
• Cuando se me ocurren muchas ideas
• Recibir una carta, de papel, como las de antes
• El ruido de las copas cuando se brinda
• Escuchar al aire la cortina de Las damas y los vagabundos
• La risa de mis sobrinos
• Que la gente sea puntual
• El olor de los libros viejos
• Ponerme los zapatos de tango
• Llegar, después de un largo viaje
• Que un texto me salga bien sin mucho esfuerzo
• Que no haya cola en el banco
• Cuando descubro que alguien tararea la misma canción que yo
• Que el colectivo esté esperándome en la parada justo cuando estoy llegando

Estas son algunas. Después pienso más, por ahora imprimo esta lista y la dejo de regalo en el escritorio del mala onda number one.

Por Laura Brizuela