Tus preguntas

Soy Laura Emilse Brizuela. En esos tres nombres están representados mi identidad y mi historia. Es lo primero que se me ocurre cuando vía mail me preguntás quien soy.

Sé que soy muchas cosas. Las evidentes: buenas y malas, lindas y feas, razonables y estúpidas, dignas y otras no tanto. ¿Pero como puedo definirme sin sonar depresiva ni narcisista?

Soy joven. Me gusta decir que lo soy. No sólo porque ahora lo sea, sino por lo que significa. “Tengo toda la vida por delante”, pienso cuando algo no sale como lo planeo. “Joven” y resuena como brisa en mi cabeza.

Soy argentina, no se bien de que parte. Me tocó vivir en varias ciudades y de cada una conservo algo que me hace ser lo que soy. Por ahora elijo Buenos Aires para vivir. Vos te escapaste de ella. En cambio, a mi me gusta y me aprisiona esta ciudad. Esclava alegre no le prometo nada y le juro no saber a donde me llevará la curiosidad.

Sabés que soy melancólica. Me gusta el tango, bailarlo si estoy de buen humor y llorarlo si me llega al alma. Ya no milongueo como antes, porque todo tiene un ciclo y los tiempos son egoístas.

Soy una pacífica sin paciencia, por lo que me olvido de mi pacificidad con pavorosa inmediatez. Pero estoy aprendiendo a controlar mi carácter. Vos me has alentado en ello.

No soy estable, ni tremendamente amorosa y me cuesta la fidelidad. Pero cuando me enamoro, mi corazón se dedica al ser amado sin pudores ni razones.

Amo, vivo, sueño, sufro, creo, río, me expreso. Igual que todos y distinto a ellos. Pretendo ser amigable, compañera, solidaria. No siempre me sale y tantas veces lastimo.

No sé si algún día tendré en claro quien soy y porqué existo. Intento averiguarlo, haciendo algo con este tiempo prestado. No se si servirá, si valdrá la pena. Igual sigo. Después de todo me hiciste una luchadora.


Por Laura Brizuela.