jueves, 19 de febrero de 2009

Atravesar la brisa


Calentito… calentito viene a mi mente y calentito se va. Suena una tonada distante. Mi recuerdo quiere saltar. Los aromas se cruzan y tus luces me hacen divagar. Pienso en los pasos que te di y en los que trate de evitar. Calentito. Las calles atiborradas de gente con un deseo de interactuar, de querer, de huir.

Debajo de las sombras sentía una paz reconfortante. Encima de tus cielos creía poseer el mundo, la nada, a ti. Los horizontes se me plantaban en frente y no me dejaban escapar. Atónita los miraba, sentía un hormigueo por el cuerpo que se paseaba despacito, calentito.

Y calentito te cuento que te extraño. Dejo pasar los días sentada en otras faldas. Desconcertada, mi entorno me obliga a pensar. No quiero hacerlo. Calentito. Pero no lo tengo, no lo pruebo. Sigo detenida y pienso en mis desvíos, constantes, seguros, sanos, locos, vicios, reconfortantes. Anclada a mi puerto, hoy, deseo navegar entre tus aguas de río sureño, en las de otros. Quiero atravesar la brisa, quiero continuar. Calentito. Quiero.


Por Manuela Carcelén Espinosa

2 comentarios:

Anónimo dijo...

'kein wort' =)

Manu dijo...

jajaja buen comentario Marcus