Tres veces nos vimos hasta que la “gran noche gran” parecía llegar. Fuimos a cenar, como lo habíamos hecho la semana pasada, a un petit restaurant con luces bajas, sillones rojos y comida árabe. Lámparas violetas y exquisitas imploraban romance. Y yo estaba predispuesta a ser feliz.
Él me miraba evidentemente interesado y hasta se había animado a tocar mi mano y cada tanto me daba un beso con sabor a hombre. Yo, encantada.
Él me miraba evidentemente interesado y hasta se había animado a tocar mi mano y cada tanto me daba un beso con sabor a hombre. Yo, encantada.
La cena transcurrió entre risas, susurros y expectativas. Terminamos el vino y de repente todo se hizo más cálido, lento. La piel estaba alerta y los poros se abrían.
“Vamos de una vez”, dijo con voz grave y me emocioné.
Llegamos a mi casa. Caricias, besos y más caricias. Que bueno… En el medio del amor, sonó mi celular. Intenté evitarlo pero pensé que podría ser mi hermana y tenía que atenderla.
“Disculpame”, y corrí entre las ropas tiradas en el piso, busqué el maldito aparato que sólo por que la vida se nos ríe, dejó de sonar en el mismo instante en que lo conseguía agarrar. Número desconocido. Qué extraño.
“Acá estoy”, le dije y se me escapó una risa estúpida.
Volvimos a los besos. Y sonó otra vez el celular. Me pidió que lo apague. Le dije que no podía e increíblemente comenzamos a discutir sobre si el celular o yo.
“Esperá un ratito”, le dije poniendo énfasis en el dismunitivo.
“No espero una mierda”, y se fue.
Cerró la puerta de mi casa y desapareció. Me quedé helada, sin reacción, sin entender.
Sonó de nuevo el teléfono y esta vez atendí. Era la compañía de teléfono, que me recordaba que tenía que pagar la boleta si no quería que me corten el servicio.
3 comentarios:
olle que triste historia, pero pues uno nunca sabe.
quisas lo vuelvas a ver.
como sea
el motivo que me trajo a tu blog es por una entrada que hiciste sobre los albañiles ajajhaja. que originalidad en cuanto a su profesion. deberias echarte una vuelta por aca a mexico, aqui encontraras una amplia variedad de poesias del andamio. saludos
posdata:
robé algunos de los piropos que colocaste solo para amenizar mi entrada.
oh si. yo tambien me he quedado con las ganas...
Jajaja! Viste es que es un mundo aparte el de los obreros de la construcción. Muy recomendable para pispear!
Espero verte por estos lados :D
Saludos!
ummmm, esto huele a historia de ex amantes que aun comparten cosas, y que los andamios están por aqui en Buenos _Aires. Si lo sabré.
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