
Él se llama Néstor y su nick era “Principe de la satisfacción”. Ella se llama Mariela y su nick solía ser “Raimunda, la imunda”. A él le divirtió el sobrenombre y a Mariela le gustó el de él.
Ella es fanática de internet y se pasa en la computadora al menos 10 horas por día. Néstor no. Sólo estaba aburrido y su metió a un chat. La casualidad los conectó y empezaron a conversar.
Las preguntas obvias y aburridas del principio: ¿Qué edad tenés? ¿De donde sos? ¿Tenés novio/a? ¿Estudiás, trabajas? Después las filosóficas, como para probar que no son idiotas del chat. Luego intercambiaron fotos. Él todavia tenía pelo y dientes brillantes. Ella pesaba 10 kilos menos y se veía radiante.
Se gustaron. Siguieron hablando por 2 meses, hasta que la intriga los obligó a conocerse. Se conocieron. El era casado y ella tenía novio, pero ninguno dijo su verdad.
Son amantes hace dos años. Se dicen palabras de amor y promesas interminables, se extrañan, sueñan y se repiten que no pueden vivir el uno sin el otro.
En tres semanas “Raimunda, la imunda” se casa y “Principe de la satisfacción” nada sabe de esto. En dos meses Néstor tendrá su primer hijo y Mariela no puede enterarse jamás.
Ella es fanática de internet y se pasa en la computadora al menos 10 horas por día. Néstor no. Sólo estaba aburrido y su metió a un chat. La casualidad los conectó y empezaron a conversar.
Las preguntas obvias y aburridas del principio: ¿Qué edad tenés? ¿De donde sos? ¿Tenés novio/a? ¿Estudiás, trabajas? Después las filosóficas, como para probar que no son idiotas del chat. Luego intercambiaron fotos. Él todavia tenía pelo y dientes brillantes. Ella pesaba 10 kilos menos y se veía radiante.
Se gustaron. Siguieron hablando por 2 meses, hasta que la intriga los obligó a conocerse. Se conocieron. El era casado y ella tenía novio, pero ninguno dijo su verdad.
Son amantes hace dos años. Se dicen palabras de amor y promesas interminables, se extrañan, sueñan y se repiten que no pueden vivir el uno sin el otro.
En tres semanas “Raimunda, la imunda” se casa y “Principe de la satisfacción” nada sabe de esto. En dos meses Néstor tendrá su primer hijo y Mariela no puede enterarse jamás.
Por Laura Brizuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario