
Los lunes Nena suele salir a tomar un trago con X después de la facultad. X es bueno en la cama y hasta interesante. Pocos meses después de haberlo conocido, ella se dio cuenta que esa relación estaba destinada al fracaso e intentó dejar de frecuentarlo. Él insistió en que al menos le guardara los lunes y ella accedió. Por eso se siguen viendo los lunes.
En cambio el martes, sale con Y. Éste es un hombre con experiencia y demandante, pero como es casado sólo le dedica los martes. Ella no lo lamenta y disfruta sus martes.
Los miercoles se ve con su hermana. Se llevan muy bien y mientras su hermana le cuenta la tragedia de estar sola, ella la divierte con sus amoríos ante la risita cómplice y algunas miradas reprobadoras.
Los jueves, Nena se prepara, se maquilla y se perfuma con cuidado por que a las diez de la noche la va a buscar a su casa Z. Éste es el que más le gusta. Piensa y sueña bastante con él, pero tiene miedo a enomorarse y él también, por lo que la cosa no avanza.
Los viernes se dedica a conocer gente nueva. Es que hay que mantener la agenda. Quién sabe, quizás aparezca algún hombre como la gente, en medio de tanta falta.
Los fines de semana no hay un plan fijo. Son para las amigas, el estudio y tal vez un nuevo candidato.
Sin embargo, y contradiciendo su sonrisa permanente, se siente sola. Tremendamente sola. A veces llora. Se recupera y llora otro tanto. Reza por una relación más seria y llora un poco más. Luego se repone y piensa que al final de cuentas todos estamos solos.
Niña, por su lado, está casada. En lo mejor del matrimonio, podría decirse. Aún no tienen hijos pero lo planean para más adelante.
Los lunes llega temprano y prepara una buena comida para su amor. Él le agradece con cariños.
Los martes él llega temprano y salen a comer afuera. En su defecto, si el cansancio es demasiado, piden comida. De la mejor, la más cara y la más exquisita.
Los miercoles ella sale con sus amigas y él a veces también aprovecha para verse con los propios.
Los jueves comparten la cena, conversan un poco y a la madrugada se aman un tanto dormidos.
Los viernes discuten por alguna cosa. A veces se reconcilian rápido y otras se hacen desear.
Los fines de semana ven a sus familias, y allí cuando están todos juntos Niña se siente sola. Tremendamente sola. Espera llegar a la casa y en el baño llora. Se recupera y llora otro tanto. Reza por una vida más ligera y llora un poco más. Luego se repone y piensa que al final de cuentas todos estamos solos.
Por Laura Brizuela
Los miercoles se ve con su hermana. Se llevan muy bien y mientras su hermana le cuenta la tragedia de estar sola, ella la divierte con sus amoríos ante la risita cómplice y algunas miradas reprobadoras.
Los jueves, Nena se prepara, se maquilla y se perfuma con cuidado por que a las diez de la noche la va a buscar a su casa Z. Éste es el que más le gusta. Piensa y sueña bastante con él, pero tiene miedo a enomorarse y él también, por lo que la cosa no avanza.
Los viernes se dedica a conocer gente nueva. Es que hay que mantener la agenda. Quién sabe, quizás aparezca algún hombre como la gente, en medio de tanta falta.
Los fines de semana no hay un plan fijo. Son para las amigas, el estudio y tal vez un nuevo candidato.
Sin embargo, y contradiciendo su sonrisa permanente, se siente sola. Tremendamente sola. A veces llora. Se recupera y llora otro tanto. Reza por una relación más seria y llora un poco más. Luego se repone y piensa que al final de cuentas todos estamos solos.
Niña, por su lado, está casada. En lo mejor del matrimonio, podría decirse. Aún no tienen hijos pero lo planean para más adelante.
Los lunes llega temprano y prepara una buena comida para su amor. Él le agradece con cariños.
Los martes él llega temprano y salen a comer afuera. En su defecto, si el cansancio es demasiado, piden comida. De la mejor, la más cara y la más exquisita.
Los miercoles ella sale con sus amigas y él a veces también aprovecha para verse con los propios.
Los jueves comparten la cena, conversan un poco y a la madrugada se aman un tanto dormidos.
Los viernes discuten por alguna cosa. A veces se reconcilian rápido y otras se hacen desear.
Los fines de semana ven a sus familias, y allí cuando están todos juntos Niña se siente sola. Tremendamente sola. Espera llegar a la casa y en el baño llora. Se recupera y llora otro tanto. Reza por una vida más ligera y llora un poco más. Luego se repone y piensa que al final de cuentas todos estamos solos.
Por Laura Brizuela
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